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Para almacenar el producto, mantenlo en el congelador para asegurar su frescura y calidad. Cada bolsa contiene la cantidad diaria recomendada: simplemente descongela el paquete que necesitas para el día.Asegúrate de descongelarlo en el refrigerador la noche anterior o unas horas antes de servirlo, y evita recongelar una vez descongelado.

Mezclar comida fresca con alimento seco no es recomendable porque ambos tipos de alimento tienen tiempos y procesos de digestión distintos. La comida seca tarda más en digerirse, mientras que la comida fresca se descompone y absorbe más rápidamente. Al mezclarlos, el sistema digestivo de tu mascota puede tener dificultades para manejar estas diferentes tasas de digestión, lo que puede llevar a malestares estomacales, como gases, hinchazón o incluso diarrea.

Además, el alimento seco suele tener conservantes y aditivos que no están presentes en la comida fresca y natural, lo que podría interferir con la digestión o disminuir la eficacia de los nutrientes en la comida fresca. Por estas razones, te recomendamos usar nuestro producto como una fuente de alimentación completa y única, para asegurar una digestión óptima y aprovechar al máximo sus beneficios nutricionales.

1.Transición gradual: Comienza mezclando un 25% de la nueva comida con el 75% del alimento que ya estaba consumiendo. Aumenta la proporción de la nueva comida cada 2-3 días hasta que llegue a un 100%.

2.Observa a tu mascota: Presta atención a cómo reacciona tu perro. Si muestra signos de malestar, ajusta la cantidad de la nueva comida y procede más lentamente.

3.Establece una rutina: Una vez que tu mascota esté acostumbrada, establece un horario regular de alimentación.

Si un perro está acostumbrado a comer solo alimento seco, mezclarlo con la comida fresca inicialmente puede ayudarlo a aceptar el cambio. Sin embargo, una vez que se haya adaptado completamente a la comida fresca, es recomendable evitar seguir mezclando los dos tipos de alimento para prevenir problemas digestivos.